Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas, el viento y la calefacción comienzan a afectar la salud de nuestra piel. A menudo, se cree que solo en verano debemos protegerla y nutrirla, pero lo cierto es que el frío también puede dañar la barrera cutánea, resecándola, apagándola y haciéndola más sensible.

Por eso, no hay que bajar la guardia durante el invierno: la hidratación y el cuidado continuo siguen siendo claves para mantener la piel sana, luminosa y protegida.

¿Qué necesita la piel en esta época?

• Más hidratación: el clima seco y los cambios bruscos de temperatura favorecen la pérdida de agua, generando tirantez, descamación o enrojecimiento.
• Texturas más nutritivas: las cremas ricas en activos emolientes y humectantes ayudan a restaurar la barrera de protección natural.
• Productos específicos: no todas las pieles reaccionan igual, por eso es importante elegir cosméticos acordes a cada necesidad.

Recomendados para esta temporada

Nivea Sérum y Nivea Luminous 630: ideales para pieles que buscan luminosidad, firmeza y atenuar manchas, incluso en invierno.
Cremas hidratantes intensivas: fórmulas con ácido hialurónico, glicerina o vitamina E son grandes aliadas para mantener la piel suave y elástica.
Protectores solares livianos: aunque el sol no se vea, sus rayos siguen afectando la piel. ¡La protección solar también es para el invierno!